Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Hace mucho tiempo que no escribo en el blog, y han sido precisamente eso, las responsabilidades (además de mi pepito grillo particular) quienes han impedido que os dejara unas lineas.
Ahora, con el proyecto terminado y más que aprobado, con las prácticas a punto de terminar y muchos proyectos planteados, empieza una nueva etapa, y sobre todo una gran responsabilidad.
Empiezo a tener en la nuca ese picor molesto pero al mismo tiempo es justo lo que quiero, siempre he buscado libertad y ser capaz de gestionar y tomar las decisiones en mi vida, dónde ir, con quién, qué hacer, pero todo eso se quedan en minucias cuando te encuentras a las puertas de empezar tu vida con mayúsculas, salir de casa, trabajar para mantenerte, cuidar de ti misma y tomar tus propias decisiones.
Llevo mucho tiempo queriendo dar este paso, y sin embargo, aún sigue asustando, ha surgido una gran oportunidad, tal y como están las cosas, no puedo desaprovecharla, pero quiero prepararme bien para que todo salga bien. Irse fuera, cuando lo miras por primera vez parece bueno, aquí hay poco que hacer y ya no hay más tiempo que esperar, pero, cuando empiezas a planificar, ver requisitos, papeles, ofertas, vuelos, presupuestos, a veces parece que el mundo se pone en contra, las opciones no son lo que esperabas, las ofertas no son precisamente buenas y parece que todos buscan sacar provecho de quienes pensamos en la opción de salir de nuestros países de origen.
Pero este post no es para desanimarnos, para pensar que ya no hay nada que hacer, sino para infundir ánimos a toda mi generación, a esa generación perdida como nos llaman, porque, como he dicho muchas veces, me niego a serlo. Durante los últimos años, en todas las experiencias que he vivido ha existido un denominador común, el esfuerzo, a veces con mejor o peor resultado, pero eso, ya no dependía de mí; es por eso que, cuando pienso en lo que está por venir se, que aunque no será fácil, merecerá la pena, porque todo lo que se puede conseguir fácilmente pierde todo su valor.
No es fácil hacerse un hueco en este mundo laboral, las cosas no volverán a ser las mismas, cambiarán una y mil veces más, y hay muchos cambios que quiero poner en marcha, muchas cosas que no me gustan y que día a día veo que se deben cambiar, quedarme quieta no va a solucionar nada y por eso he decidido empezar ya, se perfectamente que habrá momentos en los que pueda querer tirar la toalla, pero también se que tendré a mi lado (física o virtualmente) a gente que me ayudará a no hacerlo, que me mostrará lo que ahora mismo veo con total claridad, y que, cuando mire hacia atrás veré todo el camino recorrido, todos los objetivos que he conseguido y los que aún faltan por conseguir. Cambiar las cosas es posible, pero tenemos que ponernos en marcha. Todos tenemos esa fuerza y esa capacidad para tomar las riendas, no dejéis que ese miedo a lo desconocido os haga estancaros, saltad, salir de vuestra zona de confort, os aseguro que verdaderamente merece la pena. Nos vemos en el camino